Arrancó una nueva temporada de cosecha en la provincia de Río Negro, en la Patagonia Argentina. En la zona conocida como Alto Valle. Desde esa zona sale y se cultiva la pera y la manzana más famosa del mundo. Que luego se exportará a diversos países de Europa, EEUU y Brasil. El 12 de enero dio inicio la cosecha de la variedad de pera Williams, una de las variedades mejor vendidas y la de más sabor.
Aunque el problema gremial siempre despunta e instaura el halo de que la materia prima (pera y manzana) no es bien pagada al productor. O sea, al que verdaderamente produce la fruta.
Desde el 2009, el precio de la pera se mantuvo en el mismo valor. Con los altos niveles de inflación que azotan a la Argentina, es imposible sobrevivir en la actividad. Hace 3 años que el productor cobra un kilo de pera a U$ 0,14 centavos. En cualquier supermercado de la Argentina se vende el kilo a U$ 2,10. Entonces, ¿Quién se queda con la diferencia? La actividad frutícola que mueve a todo el Alto Valle de Río Negro, está en crisis. El gobierno ayuda con subsidios, cuando en realidad lo que el productor quiere es que su fruta valga lo justo. Para que un productor no pierda plata, el precio tendría que estar a U$ 0.30 el kilo. Es decir, al doble que se la pagan actualmente. La desazón circunda a los ¨chacareros¨ (personas que se dedican a esa actividad), las protestas están por tomar la calle y el posible conflicto con el Gobierno es la noticia que se avecina.
Mientras tanto, los tiempos de los despachos gubernamentales no son los mismos del fruticultor, ya que la pera se madura en la planta y por ende, se pudre y se cae.
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