sábado, 16 de março de 2013

PADRE NUESTRO



La Santa Sede tiene nuevo Papa, el ex Cardenal argentino Jorge Bergoglio fue consagrado con 90 votos, de los 115 religiosos habilitados para votar.

Y sí, la Argentina está convulsionada. No es para menos. Hasta los canales de deportes hablan del Papa Argentino. Trascender las fronteras del país y triunfar en el exterior era un privilegio hasta hace poco tiempo destinado a deportistas, actores, cantantes… Pero que el nuevo Papa sea de Sudamérica llama la atención.

No porque en estos lares no haya personas con la suficiente capacidad para desarrollar una actividad de mayor prestigio, sino por la idea errada de creer, ¨ como va a ser Papa si era vecino mío ¨…

En la Argentina hay una algarabía rara, comparable a Ezeiza en julio de 1986…

Ya es el Argentino más famoso de la historia. Desplazó a Messi, Maradona, Evita y el Che Guevara. Ningún argentino fue tapa de todos los diarios del mundo un mismo día.

En cualquier negocio, o en el trabajo la noticia es difundida y comentada. Quizá eso es lo malo. Opinan demasiadas personas. Que el ex cardenal Bergoglio haya sido nombrado Papa, parecería que en la Argentina haya aparecido un nuevo proyecto de crack en el fútbol.

Es verdad que muchos no sabían ni quién era Bergoglio antes de la elección, pero ahora hay hasta remeras alusivas en las calles con la cara del Papa argentino. Los fieles como los hinchas son unos veletas. Aplauden y silban en milésimas de segundos de diferencia.

Francisco I, es un Papa que sonríe, que saluda como quien entra a comprar a un negocio, que hace una humorada apenas unos segundos después de recibir sobre su espalda el peso completo de una Iglesia cuestionada, que pide la bendición antes de darla, que es jesuita como tantos otros que consiguieron hacer caminar de la mano la fe y el conocimiento, y lo fundamental que es un cura que está lejos del poder y cerca de la gente.