Una película brasileña para recomendar
Sobre Heleno se han escrito en Brasil cuatro biografías, una obra de teatro y en 2011 se rodó la película.
Y la gran paradoja de su vida es que, en el fondo, odiaba el fútbol. No se sentía a gusto entre los futbolistas. Detestaba a los directores técnicos y a los árbitros. Donde mejor se sentía era en los círculos intelectuales de Río de Janeiro.
Las historias de los ídolos caídos tiene un capitulo mas en el ambiente del cine. Una asertiva propuesta lanzada por el joven director brasileño José Henrique Fonseca. Los excesos, las drogas, las mujeres fáciles, y el ascenso rápidos a los diversos estamentos de la sociedad, reflejan y recuerdan la vida de uno de los grandes futbolistas brasileños de la década del 40. Una historia quizá olvidada por el fragor de los ídolos de la coyuntura que han tenido más cámara y publicidad que alguien que nació en 1920, y murió 39 años después, olvidado en la umbría negrura de un asilo.
Era etéromano. La erotomanía es un trastorno mental inusual en el que una persona mantiene la creencia ilusoria de que otra persona, generalmente de un estatus social superior está enamorada de ella.
En el 2011, se lanzó al mercado el filme Heleno, que trata la vida del jugador de fútbol Heleno de Freitas, del Club Atlético Botafogo (Rio de Janeiro). Uno de los tantos clubes donde jugó. Ya que también estuvo en Fluminense, Vasco da Gama, Boca Juniors, Junior de Barranquilla, América y obviamente en la Selección Brasileña.
Era un atacante impresionante las estadísticas marcaron que en Botafogo solamente tiene un récord envidiable de 209 goles en 235 partidos. (Entre 1940-1948).
Pero el cigarrillo, el éter, la sífilis, fueron minando su carrera hasta dejarlo en la ruina absoluta. Una verdadera historia de película, vivirla rápido porque el destino era breve. Y parecía que heleno lo sabía. No pudo nunca jugar un Mundial, ya que justo en esas épocas los campeonatos mundiales se suspendieron por la Guerra Mundial.
Era habilidoso con la pelota y también en sus declaraciones, aunque nunca tuvo buena relación con sus compañeros, ya que según él, sus compañeros eran los culpables que no lo ayudaban a salir campeones, ya que estaba rodeado de jugadores mediocres. Eso sí, defendía al club que jugaba hasta la muerte.